No creemos que exista una mejor o peor época para disfrutar de un gran safari pues todas las épocas nos ofrecen una naturaleza diferente y un espectáculo maravilloso, por lo que estimamos que la época ideal debe depender más de los animales o parques que deseemos ver, o de la disponibilidad de fechas que se tenga. Normalmente se dice que la mejor época para realizar un safari son los meses que coinciden con la época seca, de julio a septiembre y los meses de enero y febrero (en el este de África) , y está considerada como temporada alta, lo que se nota tanto en los precios de los viajes como en ocupación hotelera. La época seca provoca una escasez de agua, que hace que la actividad entorno a ella sea frenética y el encuentro con los animales más sencillo y la época húmeda nos trae La Gran Migración.